26 may 2013

Decidí TRIUNFAR ;)

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.



Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.

Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.

Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.

Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.

Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.



Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.

Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.

Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino no dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".




Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.

Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas.

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


P.d1: Hoy terminé el curso El Nuevo Ser Humano. Ya les contaré cómo me fue. 
P.d2: No sé quién escribió este pensamiento, pero me gustó mucho y por eso decido compartirlo. 

18 may 2013

Ver cómo desaparece el maestro


Ya hará más de cuatro años de ir una vez a la semana a comer con mi maestro. Todo empezó en uno de sus cursos en la universidad. Yo embobada escuchaba sus historias y seguía sus consejos. Conocerlo a él era un sueño hecho realidad. 

Me convertí en su pupila, en su discípula y en su compañera. Él se convirtió en mi familia, en mi mejor amigo y en mi mentor. Es una relación bastante rara, de esas relaciones únicas que no tienen razón de ser pero superan cualquier obstáculo y permanecen. 



Íbamos a las librerías y comprábamos ediciones bonitas y ediciones feas. Como Drácula de Bram Stoker. Él jamás entenderá por qué yo amo los vampiros. Y yo jamás entenderé cómo un hombre tan importante sacaba toda una tarde para llevarme a museos o al teatro. 

Cuando lo conocí, él estaba perfectamente bien de salud a pesar de su edad. Corría más que caminar, recordaba detalles como nombres, fechas y situaciones que habían ocurrido muchos años atrás. Ahora, cuando lo visito, me cuenta una y otra vez las mismas historias sin saber que las está repitiendo. 

Hoy me preguntó si ya yo me había graduado de Periodismo. Le dije que sí. Y se sorprendió. No recuerda que él fue quien me acompañó a la graduación hace más de un año. 


También me preguntó que había pasado con mi novio. Olvidó que le dije que habíamos terminado hace más de dos meses. 

Y me contó que estaba leyendo su propio libro de memorias. "Para recordar detalles que había olvidado por completo". 

Ahora usa bastón y dice que se siente cansado todo el tiempo. Se queda dormido de golpe y se pone enfermo a menudo. Un día me dijo: "Florybeth, yo tengo algo grave, una enfermedad que nunca nadie más ha tenido. Vejez". 

No obstante, para mí sigue siendo mi maestro. Cuando yo sea grande quiero ser como él. Siempre recordaré sus piropos: "Florybeth, usted tiene el perfil perfecto. Es una belleza clásica, única". (Sí, en definitiva nadie me ha dicho piropos con tanto caché). 

Nunca olvidaré aquellos primeros años de universidad, en que no tenía amigos y casi no conocía a nadie en San José; no tenía dinero para ir a casa ni al cine, siquiera. Y él me invitaba a almorzar, a ver viejas películas y a leer. 


Recuerdo las "clases de cultura" que me dio. Cuando me explicó lo que era una opereta, un ballet clásico o me enseñó las pinturas de Goya. (Nunca superará que yo odie a Monet. Es su pintor favorito). Gracias a él conocí - mejor dicho, me enamoré - de Zweig y mucho más recientemente, de Carlos Ruiz Zafón. 

He pasado horas de horas en ese salón repleto de libros. He dejado que mi imaginación vuele. He escrito para él y también he leído en voz alta. Cosas de Benedetti o de Neruda. Sólo por placer. Para "divertirnos". 

Y ya le dije a mi jefe que el día en que yo esté trabajando en la redacción, y me digan que don Alberto Cañas murió, me tomaré la tarde libre. Sólo para llorar. Aunque nadie comprenda cuánto me duele. 

10 may 2013

Los 10 ladrones de energía


1- Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente. 

2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle.

3- Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a re-negociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio. 


4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas. :)

5- Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad.

6- Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas.


7- Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos.

8- Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja o un grupo; toma la acción necesaria.

 
9- Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar. 

10-Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.

Dalai Lama. <3

5 may 2013

Yo no vi a Obama


Esta semana que recién termina, fue una de las más intensas que he vivido. Y probablemente la más especial, profesionalmente hablando, desde que soy reportera. 

Lo primero que ocurrió fue el estreno del nuevo noticiero: Noticias Monumental, la noticia a su alcance. Un formato más perfeccionado, más profundo, más cuidado y minucioso de hacer las noticias y presentarlas de manera más amena, con énfasis en la conversación y la cercanía. 


A mí me tocó presentar, junto a mi jefe Randall Rivera, la primera emisión de este noticiero. Espero con el paso de los días, ir agarrando más confianza y lograr suficiente seguridad para intervenir en radio o en tele, tal y como lo haría Alejandra Oraa de CNN. 

Lo siguiente que pasó fue la cobertura especial del 1 de Mayo desde la Asamblea Legislativa. Se trata de una jornada periodística que inicia a las nueve de la mañana y finaliza a las nueve de la noche. Son doce horas de corre corre, buscando entrevistas de diputados y líderes políticos para hacer un análisis del contexto político del Congreso durante la elección de su nuevo Directorio. 


Y finalmente, la semana acabó con uno de los eventos más espectaculares que le corresponda cubrir a cualquier reportero: La celebración de la cumbre de presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) con la visita especial del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. 

Debo decirlo: Yo no vi a Obama. Y sí, lloré con amargura por haber trabajado tanto sin poder verlo ni de lejos. Ya les cuento por qué. 



El caso es que la redacción fue dividida y a mí me tocó cubrir desde el Teatro Nacional, la cena entre mandatarios celebrada el viernes a las siete de la noche. 

No obstante, llegamos a las once de la mañana y nos ubicamos en el perímetro correspondiente a prensa, frente al Hotel Costa Rica, en la Plaza Mora Fernández. Allí estuvimos todo el día, haciendo salidas con información sobre el ambiente. Hasta las cinco y media cuando empezaron a llegar los mandatarios de Centroamérica. 

A las siete empezó la cena y nos dimos cuenta que Barack Obama había entrado, sin que nadie supiera, por una puerta lateral acondicionada especialmente para la delegación estadounidense. Por ahí mismo salió, y yo no vi nada. 

No obstante, conocí a los presidentes: Porfirio Lobo de Honduras; Otto Pérez Molina de Guatemala que tenía muchas ganas de hablar con la prensa (dicen que sólo atiende a los periodistas cuando está fuera de su país); Ricardo Martinelli de la hermana República de Panamá; y mi querido Mauricio Funes, quien además de Presidente de El Salvador es periodista. 


Daniel Ortega de Nicaragua sólo saludó con la mano, al mejor estilo de una reina de belleza. Y Danilo Medina de República Dominicana y el primer ministro de Belice, Dean Barrow, ni siquiera miraron a los periodistas. 

Fue una experiencia única.  Compartir espacio con reconocidos periodistas de medios internacionales y nacionales. Conversar con amigos y colegas. Hacer nuevas amistades mientras soportábamos el calor del sol, la lluvia, el hambre, el frío, el dolor de piernas y de espalda (por permanecer tanto tiempo de pie), con tal de tomar unas fotos y grabar las declaraciones de políticos tan importantes, es algo que nunca olvidaré. 


A pesar de nuestros trajes elegantes, los tacones y el maquillaje, se trató de una cobertura muy poco glamorosa, porque cuando de acceder a la noticia se trata, se nos olvida la elegancia y el tupé.  

La semana acabó ayer sábado, en una guardia muy especial, atendiendo el nuevo sitio web que me encanta. Llegué a casa a las nueve de la noche, y aún no me creo que haya sido partícipe de una semana periodística tan emocionante. Es un sueño hecho realidad. Y eso que YO NO VI A OBAMA. :(

P.d: En todas las fotos tengo la misma ropa, aunque fueron tomadas en días diferentes, porque era nuestro uniforme para la coberturas de esta semana.