Este
lunes inicio una experiencia única y maravillosa que espero me permita crecer
como profesional y como persona; un diplomado del Tecnológico de Monterrey,
patrocinado por FEMSA, que pretende promover al periodista como agente del
desarrollo social y como líder en su comunidad y país.
En
el diplomado, aprenderé sobre investigación periodística, periodismo económico,
habilidades de negociación, liderazgo periodístico, ética profesional y cultura
de la legalidad.
Se
trata de una oportunidad para compartir sobre nuestra visión del periodismo con
colegas de toda América Latina, especialmente de Colombia, Brasil, México y
Argentina.
Serán
ocho meses de estudio, donde pondremos en práctica todo lo que aprendimos en la
Universidad mediante la aplicación en nuestra labor cotidiana.
No
obstante, en mi caso particular, tengo una gran responsabilidad pues mi jefe
hizo hace poco el mismo diplomado y obtuvo título de honor, con lo que ahora me
siento obligada a sacar también muy buenas notas a pesar del poco tiempo con que
cuento para estudiar.
Eso
sí, confío en que mediante este diplomado pueda acercarme más a la visión del
periodismo que tanto me apasiona; un periodismo que da voz a los que no tienen,
que busca ahondar en los fenómenos sociales que nos envuelven, siendo crítico,
inteligente y directo.
Para
mí, no hay nada mejor que el periodismo que se enfrenta a la violación de los
derechos humanos, que busca la equidad, que interpreta y profundiza en el
contexto político, económico y social de cada país.
Por
esa razón, existen periodistas que admiro mucho y espero algún día llegar a
encontrar mi espacio en el universo, tal y como ellas. No quiero ser una copia
de ninguna de ellas, pero deseo aprender lo que pueda de las grandes maestras
de mi profesión y desarrollar mi propio carácter y estilo. Ser, finalmente, una
periodista auténtica y exitosa.
El periodismo ha sido desde hace unos años, el gran amor de mi vida. Es y seguirá siendo la causa de mis mayores alegrías. Cada gira de prensa, cada reportaje, cada entrevista, cada cobertura, cada nota, me hace agradecer a la vida por la profesión que elegí, pero aspiro a que mi trabajo tenga un efecto mayor que sólo producirme satisfacción personal.
Anhelo que mi trabajo me lleve a conocer mundo, me brinde nuevas y valiosas amistades y le cambie la vida, aunque sea en lo mínimo, a quienes me rodean. Tal y como me la cambió a mí.